Antiguas,  Todas

Quincuagésima – Aviso

MISTERIOS DE ESTE DÍA. — Consideremos ahora la serie de misterios del Domingo de Quincuagésima. El paso del Evangelio contiene la predicción hecha por el Salvador a sus Apóstoles de la pasión que bien pronto iba a sufrir en Jerusalén. Tan solemne anuncio es el preludio de las lúgubres escenas de Semana Santa; recibamos dicha nueva con viva emoción y agradecimiento sincero de nuestros corazones, y los decida a ponerse a la disposición de Dios como estuvo el corazón de Abrahán. Los liturgistas antiguos han señalado en la curación del ciego de Jericó, un símbolo de la ceguera de los pecadores; recobró la vista el ciego, porque reconoció su mal, y deseaba ver; idéntico deseo anhela la Iglesia de nosotros; manifestémoslo y seremos satisfechos. (Don Guéranger)

Avisos de la semana

El próximo miércoles es miércoles de ceniza, inicio de la cuaresma, día de ayuno y abstinencia de carne. El ayuno es obligatorio para las personas que tienen entre 18 y 60 años y la abstinencia a los mayores de 14. Tendremos bendición e imposición de las cenizas antes de la misa de 7:30 de la mañana en la Casa de Santa Teresa de Jesús, sita en Avenida de América 46, 2º Dcha. y de 8 de la tarde en Nuestra Señora de la Paz, sita en calle O’Donnell esquina Doctor Esquerdo (Metro O’Donell)
El lunes y martes tendremos adoración al Santísimo de 9:30 hs a 10:30 de la noche, en reparación, como las tradicionales cuarenta horas. En cambio el jueves no tendremos adoración.
El viernes es Primer Viernes: Adoración de las 9:30 de la noche hasta medianoche.
El viernes tendremos catecismo de perseverancia de 6 a 7 de la tarde.
Sábado catecismo de primera comunión, el a las 11hs.
El sábado es Primer Sábado: rezaremos el Santo Rosario a las 17hs Paseo de Camones.
El sábado tendremos reunión del grupo de San Agustín a las 8:30 de la tarde



ADORACIÓN DE LAS XL HORAS. — Parece justo, que los tres últimos días precedentes a los rigores de la Cuaresma no trascurran sin aportar algún sustancioso alimento con que saciar el hambre de emociones que espolea a tantas almas. La Iglesia en su maternal previsión ha pensado en remediar esta necesidad, no con frivolos pasatiempos y satisfacciones de nuestra vanidad. A los que todavía alienta el espíritu de fe, tiene aparejada una gran diversión a la par que medio poderosísimo para aplacar la cólera de Dios, exacerbada por los desatinos que estos días cometen los mundanos. Durante estos tres días se manifiesta solemnemente en el altar el Cordero inocente. De lo alto de ese su trono de misericordia recibe los honores y sumisión de cuantos quieren rendirle pleitesía; acepta las demostraciones de sincero arrepentimiento de cuantos se muestran a sus plantas pesarosos de haber seguido el señuelo del enemigo; y El se ofrece al Padre Eterno en pro de los pecadores que, no contentos con olvidar los pasados beneficios, se determinan, al parecer, a ultrajarle en estos días con más descaro que en el resto de todo el año. (Don Guéranger)