Antiguas,  Todas

XVº domingo después de Pentecostés

 

¡Levántate!

Avisos de la semana: 

El domingo 24 de septiembre, misa a las 13hs, y a las 20hs. 
Este jueves NO hay adoración.

Cambio de horario en octubre

A partir del domingo 1º de octubre la Santa Misa de los domingos por la mañana cambiará de horario. Será cantada a las 10:45hs en lugar de las 13hs.
Es decir, misa los domingos a las 10:45hs y a las 20hs en la Iglesia de NS de la Paz.

También a partir de octubre, retomaremos las adoraciones al Santísimo y demás cultos y actividades.

Retiro de varones

Del 12 al 15 de octubre se predicará un retiro para varones. Para inscribirse o para mayor información contactar Don Alexis o Don Raúl.

Peregrinación en Fátima

Siguen abiertas las inscripciones para la peregrinación a Fátima, desde el 2 al 4 de noviembre.

Catecismo

Están abiertas las inscripciones para el catecismo de 1ª comunión y para el catecismo de confirmación sea adultos o niños.

Comentario del Evangelio (Dom Gueranger)

Comentando este Evangelio, nos dice San Agustín en la homilía que se lee esta misma noche en Maitines: «Si la resurrección de este joven colma de alegría a la viuda, su madre, nuestra Madre la Santa Iglesia se regocija también todos los días al ver resucitar espiritualmente a los hombres. El hijo de la viuda había muerto de muerte corporal; éstos habían muerto en el alma. Visiblemente, empero, se lloraba la muerte visible del primero, mientras que ni siquiera se advertía la muerte invisible de estos últimos.

«Nuestro Señor Jesucristo quería que los milagros que obraba en los cuerpos se interpretasen en un sentido espiritual. No hacía milagros por sólo hacer milagros, sino que deseaba que, al excitar la admiración de los que los veían, a la vez estuviesen llenos de verdad para los que comprendían el sentido. Los que fueron testigos oculares de los milagros de Jesucristo, sin comprender su significado, sin penetrar lo que ellos dicen a las almas ilustradas, estos tales sólo han admirado el hecho material del milagro; pero otros han admirado a la vez los hechos y han comprendido su significado. De éstos debemos ser nosotros en la escuela de Jesucristo…
«Escuchémosle, pues, y el fruto sea éste: en los que viven, conservar solícitamente la vida, y en los que están muertos, recobrarla lo más pronto posible» .