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Chartres 2018

El capítulo Nuestra Señora del Pilar ha recorrido por segundo año consecutivo los 100 km que separan la catedral de Notre-Dame de París de la catedral de Notre-Dame de Chartres.

La peregrinación comenzó el sábado con la Santa Misa en la catedral de Notre-Damede París a la que asistió el obispo auxiliar de Paris Su Excia. Revma. Mons. Denis Jachiet y finalizó el día de Pentecostés en la catedral de Chartres con una hermosa ceremonia presidida por Su Emcia. Revma. el cardenal Robert Sarah y a la que asistió el obispo de Chartres Su Excia. Revma. Mons. Philippe Christory
Además tuvimos el gran honor de recibir la reliquia del corazón de san Padre Pio que fue traída por los padres capuchinos de San Giovanni Rotondo y que estuvo presente tanto en la Santa Misa de partida como en la Misa de clausura donde los peregrinos pudieron acercarse para venerar tan importante reliquia. 

Llegada a la Catedral Notre Dame de París
Santa Misa en Notre Dame de París

Faltan 110 kilómetros…

Después de haber recibido la bendición del Mons. Denis Jachiet los 12.000 peregrinos de todas las nacionalidades agrupados en los diferentes capítulos comenzaron una peregrinación durante tres días por los campos franceses. 

Estos tres días caminando bajo el sol han estado marcados por la alegría y el recogimiento donde en los diferentes capítulos se alternaban los cánticos con rosarios, meditaciones, conversaciones, risas, confesiones y un largo etcétera.

La santa Misa el Domingo de Pentecostés
 Celebra Don Benoit Paul Joseph de la Hermandad de San Pedro
Este año el tema de la peregrinación era san José, Siervo y Padre, y ha contado con un patrón por cada día de camino; Santa Teresa de Jesús, el Santo hermano Andrés de Montreal y el Beato Carlos de Austria.
Llegada a Chartres

El segundo día fuimos recibidos en el campamento por el obispo de Chartres que presidió por la noche la vigilia de adoración en la que los peregrinos que quisieron se pudieron consagrar a María Santísima.

SE el Cardenal Sarah celebra la Santa Misa en la Catedral de Chartres

La Misa de clausura por la fiesta de Pentecostés fue una ceremonia pontifical celebrada con toda solemnidad por el Cardenal Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, que pronunció una homilía que no dejo indiferente a nadie.
El Cardenal Sarah durante la homilía
Debemos proclamar al mundo que nuestra esperanza tiene un nombre: ¡Jesucristo, el único Salvador del mundo y de la humanidad! ¡Ya no podemos estar en silencio!
Queridos peregrinos de Francia, ¡miren esta catedral! ¡Sus antepasados ​​la construyeron para proclamar su fe! Todo, en su arquitectura, su escultura, sus ventanas, proclama la alegría de ser salvo y amado por Dios. Sus antepasados ​​no fueron perfectos, no carecieron de pecados. ¡Pero querían dejar que la luz de la fe iluminara su oscuridad! 
Hoy, tú también, Pueblo de Francia, ¡despierta! ¡Elige la luz! ¡Renuncia a la oscuridad! 
¿Cómo puede hacerse esto? El Evangelio nos dice: “El que obra según la verdad sale a la luz”. Dejemos que la luz del Espíritu Santo ilumine nuestra vida de manera concreta, incluso en las partes más íntimas de nuestro ser más profundo. Actuar de acuerdo con la verdad es primero poner a Dios en el centro de nuestras vidas, ya que la Cruz es el centro de esta catedral.
¡Mis hermanos, elijan acudir a Él todos los días! En este momento, comprométanse a guardar unos minutos de silencio todos los días para dirigirse a Dios y decirle: “¡Señor, reina en mí! ¡Te regalo toda mi vida! ” 
Queridos peregrinos, sin silencio, no hay luz. La oscuridad se alimenta del ruido incesante de este mundo, lo que nos impide volvernos a Dios
El capítulo Nuestra Señora del Pilar este año 2018