Los Ángeles

Compendio de doctrina católica

De los ángeles

De los Ángeles en general: su existencia y naturaleza

¿Cómo sabemos que existen los ángeles?
Lo sabemos:
1º Por la Sagrada Escritura que nos habla a menudo de los ángeles y de los demonios;
2º Por las enseñanzas de la Iglesia, que lo ha definido articulo de fe en el cuarto concilio general de Letrán, y en el concilio del Vaticano con estas palabras: “Dios ha creado de la nada, desde el principio de los tiempos, dos especies de criaturas, la espiritual y la corporal, es decir los ángeles y el mundo.
3º Por la creencia de todos los pueblos, que siempre y en todas partes, han reconocido la existencia de espíritus inferiores al Dios supremo, y que están en constantes relaciones con el hombre y el mundo.

¿Expresa la palabra ángel la naturaleza angélica?
La palabra ángel, que significa mensajero o enviado, expresa el ministerio, pero no la naturaleza del ángel.

¿Qué es el ángel?
El ángel es un puro espíritu criado por Dios para su gloria y servicio.

¿Qué se entiende diciendo que el ángel es un puro espíritu?
Se entiende que el ángel es una sustancia espiritual completa.

¿Por qué se dice que el ángel es una sustancia espiritual?
Porque el ángel es una sustancia simple, inmaterial, dotada de inteligencia y de voluntad. “¿Por ventura no son todos ellos unos espíritus que ejercen su ministerio?” (Hebr. I, 14)

¿Por qué se dice que el ángel es una sustancia completa?
Porque dicha sustancia no está destinada a entrar en un compuesto, a diferencia del alma humana, que debe unirse a un cuerpo para constituir al hombre.

¿No han aparecido frecuentemente aquellos en forma humana?
Sí: pero no vivían realmente vida corporal, pues no tienen, como el alma humana, la propiedad de vivificar la materia.

¿Por qué se representan a menudo los ángeles sin cuerpo, con alas y con cabeza de niño?
Se les representa:
1º sin cuerpo, para indicar que son puros espíritus;
2º con alas, para indicar su agilidad y prontitud en cumplir las órdenes de Dios;
3º con cabeza de niño, para representar su inocencia y perpetua juventud.

¿Es más perfecto el ángel que el hombre?
El ángel, como más semejante a Dios, es más perfecto que el hombre en su inteligencia, en su voluntad y en su poder sobre la materia.

¿Por qué es más perfecto en su inteligencia?
Porque el ángel conoce la verdad sin razonamiento, por la con­templación de las ideas que Dios grabó en su mente en el instante de su creación.

¿Por qué en su voluntad?
Porque la voluntad del ángel se fija en el objeto de su elección instantáneamente y de una manera irrevocable: no cabe en elle ni deliberación ni inconstancia; y, como no tiene cuerpo, tampoco puede tener movimientos de concupiscencia ni de cólera.

¿Por qué es más perfecto en su poder sobre la materia?
Porque el ángel, con permiso de Dios, puede naturalmente transportar los cuerpos con extrema rapidez tenerlos elevados en el aire, hacer toda clase de aplicaciones de las fuerzas de la naturaleza, producir luz, calor, electricidad y obrar sobre los sentidos de imaginación del hombre. “Bendecid al Señor todos vosotros, oh ángeles suyos, vosotros de gran poder y virtud.” (Salmo CIJ, 20)

¿Cuáles son los límites de las facultades angélicas?
1º En cuanto a la inteligencia, el ángel no conoce los misterios divinos, sino por revelación; no conoce los pensamientos íntimos del hombre ni de los otros espíritus, y sólo puede conjeturados mientras no le sean manifestados; no conoce los acontecimientos futuros que dependen de una voluntad libre, y, por tanto, no puede, sin previa revelación, hacer verdaderas profecías.
2º En cuanto a la voluntad, el ángel, antes de ser confirmado en gracia, estaba sujeto a la trasgresión de la ley divina.
3º En cuanto al poder sobre la materia, no puede hacer milagros propiamente dichos.

¿Por qué se hallan así limitadas las facultades angélicas?
Porque son facultades de seres creados, y porque la omnisciencia, la impecabilidad absoluta y la omnipotencia no pertenecen sino a solo Dios.

Estado primitivo de los Ángeles: La prueba

¿En qué estado fueron creados los ángeles?
En estado de inocencia, y dichosos con toda la felicidad que convenía a su naturaleza.

¿Debían permanecer siempre en este estado?
No: pues estaban destinados para gozar de una felicidad sobrenatural que consistía en la visión eterna de la esencia divina, y en los goces inefables que produce esta visión.

¿Qué medios tenían para conseguir esa felicidad?
Varios dones sobrenaturales que consistían en la gracia santi­ficante que los nacía partícipes de la naturaleza divina, y en gracias actuales, necesarias para salir triunfantes de la prueba.

¿Se les prometió la felicidad sobrenatural como recompensa?
Sí: cama verdadera recompensa, ya que debían merecerla cooperando libremente a la gracia.

¿Cuál fue la prueba de los ángeles?
La prueba de los ángeles fue humillar su razón a la razón de Dios, y someter su voluntad a la divina.

¿Tuvo algún objeto especial la prueba de los ángeles?
Según opinión de muchos teólogos, Dios les reveló el misterio de la encarnación, y propuso a su adoración el Verbo hecho carne.

¿Triunfaron todos los ángeles de la prueba?
No: uno de los caudillos de la milicia angélica, Lucifer –que viene del latín “portaluz.” (Luci – Ferre)–, rehusó obedecer a Dios, y gran multitud de espíritus le siguió en su rebelión.

¿De qué especie fue el pecado de los ángeles rebeldes?
El pecado de los ángeles rebeldes fue un pecado de soberbia. “De la soberbia tomó principio toda especie de perdición.” (Tob. IV, 14) • “Tu soberbia ha sido abatida hasta los infiernos…¿cómo caíste del cielo, oh lucero, tú que tanto brillabas por la mañana…, que decías en tu corazón: Escalaré el cielo, semejante seré al Altísimo.” (Isaías, XIV, 11-14)

¿Qué hicieron los ángeles buenos al ver la rebelión de los ángeles malos?
Salieron animosos en defensa de los derechos de Dios. “A la blasfemia de Lucifer: Semejante seré al Altísimo, respondió el arcángel san Miguel: ¡Quién como Dios! Entre tanto se trabó una gran batalla en el Cielo: Miguel y sus ángeles peleaban contra el dragón; y el dragón con sus ángeles lidiaban contra él. Pero éstos fueron los más débiles, y después no quedó ya para ellos lugar ninguno en el Cielo.” (Apoc. XII, 7, 8)

¿Cuál fue el castigo de los ángeles rebeldes?
1º La obcecación del espíritu. “Te arrojé del monte de Dios, y a ti, oh querubín, te exterminaré… Se elevó tu corazón por tu hermosura: por tu beldad perdiste tu sabiduría.” (Ezeq. XXVIII, 16, 17) 2º La obstinación de la voluntad en el mal, por lo que se les llama ángeles malos.
3º La exclusión de la mansión de la gloria. “Dios no perdonó a los ángeles delincuentes, sino que amarrados con cadenas infernales los precipitó al tenebroso abismo, en donde son atormentados y tenidos como en reserva hasta el día del juicio.” (Salmo LXXVII, 49) 4º El tormento del fuego. “Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno, que fue destinado para el diablo y sus ángeles o ministros.” (II Pedro, II, 14)

De los Ángeles buenos

¿Quiénes son los ángeles buenos?
Los ángeles buenos son los que triunfaron de la prueba y per­manecieron fieles a Dios.

¿Por qué se llaman espíritus bienaventurados?
Porque, desde que lograron la victoria contra los espíritus rebeldes a Dios, gozan de la bienaventuranza eterna.

¿En qué consiste dicha bienaventuranza?
En ver y poseer a Dios sin temor de perderlo jamás. “Sus ángeles de guarda en los cielos están siempre viendo la cara de mi Padre celestial.” (Mat, XVIII, 10)

¿Qué culto tributan los ángeles a Dios?
La vida de los ángeles es un cántico perpetuo de adoración, alabanzas y acción de gracias. “Adorad al Señor vosotros todos; oh ángeles tuyos.” (Salmo XCVI, 7) • “Alabadle todo, vosotros, ángeles suyos.” (Salmo CXLVIII, 2) • “Bendecid al Señor todos vosotros que com­ponéis su celestial milicia, ministros suyos que hacéis su voluntad.” (Salmo CII, 31)

¿Cuáles son las relaciones de los ángeles buenos entre sí?
Los ángeles buenos viven en una sociedad perfecta, en la que reina el amor más puro y la más perfecta subordinación. En la Sagrada Escritura son llamados milicia celestial y coro.

¿Se conoce el número de los ángeles?
Dicho número no ha sido revelado; pero es muy grande según este pasaje de Daniel: “Eran millares de millares los que le servían, y mil miles, o innumerables, los que asistían ante su presencia.” (Dan. VII, 10) Según santo Tomás el número de los ángeles su pera sin comparación posible al de las sustancias materiales.

Jerarquía celestial

¿Qué se entiende por jerarquía?
El orden y la subordinación de los diferentes coros de los ángeles, fundados en una diferencia de perfección y de ministerios.

¿Cuántas jerarquías angélicas se cuentan?
Según doctrina atribuida a San Dionisio Areopagita, existen tres jerarquías, que se diferencian entre sí por el grado de gloria y los diversos modos de recibir las divinas iluminaciones. Se denominan de esta manera: la primera, jerarquía suprema; la segunda, jerarquía media; y la tercera, jerarquía ínfima.

¿Cuánto órdenes o coros de ángeles hay?
Nueve, y corresponden tres a cada jerarquía.

¿Cuáles son los coros de la primera jerarquía?
Los Serafines, los Querubines y los Tronos.

¿Y los de la segunda?
Las Dominaciones, las Virtudes y las Potestades.

¿Y los de la tercera?
Los Principados, los Arcángeles y los Ángeles.

¿Qué significan esos diferentes nombres?
Las funciones propias de cada orden.

¿Por qué los Serafines a se llaman así?
Porque inspiran a los otros ángeles la caridad de que ellos se hallan abrasados.

¿Y los Querubines?
Porque comunican a los otros su ciencia eminente.

¿Y los Tronos?
Porque sobre ellos se sienta la majestad divina como juez, y porque dan a conocer a los otros ángeles los divinos juicios.

¿Por qué las Dominaciones se llaman así?
Porque en ellas, de una manera especial, brilla el soberano dominio de Dios sobre todas las cosas creadas, y porque ejercen cierta dominación sobre los ángeles inferiores, como sobre súbditos suyos.

¿Y las Virtudes?
Porque dotadas de virtud en algún modo divina, mueven las causas universales; y porque por su medio se llevan a cabo los milagros.

¿Y las Potestades?
Porque participan del poder del Creador encadenando a las potestades infernales e impidiéndoles dañar a los hombres.

¿Por qué los Principados se llaman así?
Porque ejercen su imperio sobre los Ángeles inferiores, como también sobre los reinos y principados, que dirigen y gobiernan.

¿Y los Arcángeles?
Porque están encargados cerca de los hombres de mensajes importantes, y porque a ellos está encomendada la guarda de los pontífices, reyes y príncipes.

¿Y los Ángeles?
Porque están encargados de los mensajes ordinarios, y constituidos custodios de los particulares.

¿Cuáles son los ángeles cuyos nombres menciona expresamente la Sagrada Escritura?
San Miguel, San Gabriel y San Rafael.

¿Qué sabemos de San Miguel?
Sabemos qué al frente de los ángeles buenos, combatió contra Lucifer y sus secuaces, y que fue el protector del pueblo de Dios.

¿Qué sabemos de San Gabriel?
Sabemos que anunció al profeta Daniel la época precisa de la venida del Mesías; a Zacarías, el nacimiento de San Juan Bautista, ya la Santísima Virgen, la Encarnación del Hijo de Dios.

¿Qué sabemos de San Rafael?
Sabemos que fue enviado al joven Tobías para servirle de guía durante su viaje, y para devolver la vista a su padre.

¿Tienen los ángeles relaciones con el mundo?
Sí: tienen con el mundo relaciones incesantes, pues toman parte, como causas segundas, en el gobierno de la naturaleza entera, y son los ministros de la divina Providencia.

El Ángel Custodio

¿Quién es el ángel custodio?
El ángel bueno que Dios da a cada hombre para protegerlo.

¿Cómo sabemos que cada uno tiene un ángel custodio?
Lo sabemos:
1º Por la Sagrada Escritura: “Él mandó a sus ángeles que cuidasen de ti: los cuales te guardarán en cuantos pasos dieres.” (Salmo XC, 12) • “Mirad que no despreciéis a alguno de estos pequeñitos; porque os hago saber que sus ángeles de guarda en los cielos están siempre viendo la cara de mi Padre celestial.” (Mat. XVIII, 19); La Sagrada Escritura nos habla del ángel de Agar, de Jacob, de Judit, de Daniel y de San Pedro.
2º Por la enseñanza de la Iglesia, que favorece la devoción a los santos ángeles de la guarda, y ha establecido una fiesta en su honor.
3º Por la Tradición cristiana “Cada alma, dice San Anselmo, queda confiada a un ángel desde el momento en que es enviada a un cuerpo

¿Tienen ángeles custodios solamente los individuos?
Según el común sentir de los Padres, cada diócesis, reino, ciudad y comunidad tiene su ángel custodio – Daniel hace mención del ángel de los Persas y del ángel de los Griegos.

¿Qué servicios recibimos de los ángeles custodios?
1º Los ángeles custodios nos protegen en el cuerpo, alejando de nosotros los peligros que nos amenazan, y preservándonos de una multitud de accidentes. “Te llevarán en las palmas de sus manos; no sea que tropiece tu píe en alguna piedra.” (Salmo XC, 12) • “El ángel que me ha librado de todos los males, bendiga a estos niños.” (Gen. XLVIII, 16)
2º Impiden a los demonios hacernos daño. “l ángel Rafael cogió al demonio, y lo confinó en el desierto.” (Tob. VIII, 3) • 3º Nos sugieren buenos pensamientos para ayudarnos a obrar el bien y evitar el mal “Escucha su voz: por ningún caso le menosprecies; porque si haces algún mal, no te lo pasará: y en él se halla el nombre mío. (Éxodo XXIII, 21)
4º Presentan nuestras oraciones a Dios, y unen las suyas a 1as nuestras. “Cuando tú orabas con lágrimas, yo presentaba al Señor tus oraciones.” (Tob. XII, 12) “Vino entonces otro ángel, y púsose ante el altar; y diéronsele muchos perfumes, compuestos de las oraciones de todos los santos, para que los ofreciese sobre el altar de oro, colocado ante el trono de Dios.” (Apoc. VIII, 3)
5º Consuelan en el Purgatorio a las almas que les fueron confiadas, y después que han expiado completamente sus pecados, las conducen al cielo.

¿Cuáles son nuestros deberes para con los ángeles custodios?
Debemos a los ángeles custodios, dice San Bernardo:
1º Respeto a su presencia;
2º Devoción por la solicitud con que nos asisten;
3º Confianza por la protección que nos dispensan.

¿Cómo les manifestaremos nuestro respeto?
Cuidando de no ofender a Dios. “Yo enviaré el ángel mío: reverénciale.” (Éxodo XVIII, 20, 21)

¿Y nuestra devoción?
Mostrándoles a menudo nuestro agradecimiento, y siguiendo fielmente sus inspiraciones.

¿Y nuestra confianza?
Invocándolos en nuestras tentaciones, peligros y aflicciones.

De los Ángeles malos

¿Qué relaciones tienen los ángeles malos entre sí?
Se desprecian y detestan, y sólo se unen para hacer el mal, en el que se ha obstinado su voluntad.

¿Pueden los demonios ejercer algún poder sobre la naturaleza?
Como han conservado sus luces y fuerzas naturales, pueden ejercer sobre la naturaleza gran poder, mas subordinado a la divina voluntad.

¿Cómo se manifiesta este poder?
Por medio de prodigios extraordinarios, falsos milagros, falsas profecías, apariciones, etc. como lo prueban la Sagrada Escritura y la historia de todos los tiempos – Pero estos prodigios diabólicos son fáciles de distinguir de las obras divinas.

¿Con qué fin usan los demonios de este poder?
Con el fin de seducir a los hombres, crearse entre ellos apóstoles de la mentirá y del error, y oponer su sinagoga a la Iglesia de Jesucristo.

¿Cómo se llaman los ángeles rebeldes?
Demonios, es decir, genios del mal; espíritus malignos, a causa de su endurecimiento en el mal; ángeles de las tinieblas, porque han sido precipitados en el lugar de las tinieblas y de horror sempiterno.

¿Fueron numerosos los ángeles rebeldes?
Se cree que Lucifer arrastró en su rebelión la tercera parte de los ángeles, según este pasaje del Apocalipsis: “Su cola traía arrastrando la tercera parte de las estrellas del cielo.” (Apoc. XII, 4)

¿Cuáles son los principales nombres con que se designa a Lucifer caudillo de los ángeles rebeldes?
En la Sagrada Escritura se le designa con los nombres siguientes: diablo, o calumniador; Satanás, o enemigo; Belial, o perverso; Belcebú, O dios de las moscas, por ironía; y, en fin, príncipe de este mundo, padre de la mentira, dragón infernal; y antigua serpiente.

¿Existe algún lugar en donde habitan los demonios?
Sí: se hallan en una cárcel subterránea llamada infierno. “Al infierno se aplica la denominaciónde tierra de miseria y de tinieblas – de la que habla Job –, en donde tiene su asiento la sombra de la muerte, y donde todo está sin orden, y en un horror sempiterno.” (Job. X, 22)

¿Pueden los demonios salir del infierno?
Con permiso de Dios, pueden salir hasta el día del juicio, y andar vagando por los aires y por la tierra, pero llevando consigo su tormento. “Nuestra pelea es contra los príncipes y potestades, contra los adalides de estas tinieblas del mundo, contra los espíritus malignos esparcidos en los aires.” (Efes. VI, 12)

¿Cómo se portan los demonios con Dios?
Le maldicen y le blasfeman, y procuran arrebatada la adoración de las criaturas.

Acción del demonio sobre los hombres

¿Temen a Dios?
Sí: “creen y tiemblan.” (Sant. II, 19)

¿Cómo se portan con los ángeles buenos?
Los desprecian y combaten, y contrarían su gobierno en la medida que Dios se lo permite.

¿En qué consiste la acción incesante del demonio sobre los hombres?
Lleno de odio contra Dios y de envidia contra los hombres, emplea para dañarles y arrastrarlos a los infiernos todos los medios que se hallan en, su poder, como tentaciones, obsesiones y posesiones. “Vuestro enemigo el diablo anda girando como león rugiente alrededor de vosotros, en busca de presa que devorar.” (I Pedro V, 8)

¿De qué manera tienta el demonio a los hombres?
Turbando sus sentidos, obrando sobre su imaginación, y exci­tando en ellos todas las pasiones del corazón.

¿Cuál es su mejor artificio para inducirnos al mal?
El mostrarnos el bien como cosa desagradable y penosa, y el mal como cosa agradable y buena.

¿Podemos nosotros triunfar del demonio?
­ Sí: con la gracia de Dios. “Os escribo a vosotros jóvenes, porque sois valerosos, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y vencísteis al maligno espíritu.” (I Juan, II, 14) • “Estad sujetos a Dios, y resistid con su gracia al diablo, y huirá de vosotros.” (Sant. IV, 7)

¿Qué medios tenemos para vencer al demonio?
La vigilancia, la oración, y la mortificación. “Velad y orad para no caer en la tentación.” (Mat. XXVI, 41) • “Esta casta de demo­nios no se lanza sino mediante la oración y el ayuno.” (Mat. XVII, 30) • “Mire, pues, no caiga el que piensa estar firme en la fe.” (I Cor, X. 12)

¿Puede el demonio dañar a los hombres en sus bienes y en su cuerpo?
Si, como se puede ver en la historia del paciente Job. También puede ejercer vejaciones sensibles contra el cuerpo, por la obsesión, y hacer de él su morada por la posesión. Ahora no son tan frecuentes las posesiones como antes de la venida del Salvador, porque Jesucristo ha destruido el imperio del demonio.

¿Por qué tolera Dios las sugestiones diabólicas?
Porque en los designios de Providencia las hace servir:
1º Para probar a los justos, cuya virtud, por este medio, se purifica, se fortifica y se enriquece de méritos. “Porque eras acepto a Dios, fue necesario que la tentación, o aflicción, te probase.” (Tob. XII, 13)
2º Para castigar a los malos, a quienes el pecado hace esclavos del demonio, en este mundo y en el otro. “Bien sabe el Señor librar de la tentación a los justos, reservando los malos para los tormentos en el día del juicio.” (II Pedro II,9)
3º Para atormentar al mismo demonio, cuyas efímeras victorias van luego seguidas de derrotas que lo llenan de vergüenza y confusión. “El diablo que los traía engañados fue precipitado en el estanque de fuego y azufre, donde también la bestia y el falso profeta serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” (Apoc. XX, 9)

Resumen

De los Ángeles en general.- Sabemos que existen los ángeles por la Sagrada Escritura, por las enseñanzas de la Iglesia y por la fe de todos los pueblos. El ángel es una sustancia espiritual, es decir, simple e inmaterial, dotada de inteligencia y de voluntad; completa, es decir, que no está destinada para vivir unida a un cuerpo. El ángel es más perfecto que el hombre en su inteligencia, que adquiere el conocimiento de la verdad sin necesidad de razonamiento; en su voluntad, que se fija en el objeto de su libre elección de manera irrevocable; en su poder sobre la materia, porque puede, con permiso de Dios, obra prodigios estupendos. Con todo, las facultades angélicas son necesariamente limitadas. Los ángeles fueron creados en el estado de inocencia, en el que eran felices con toda la felicidad correspondiente a su naturaleza. Debían, por su libre cooperación a la gracia de Dios, merecer la dicha eterna; triunfando de la prueba a que fueron sometidos. El objeto especial de la prueba, según muchos teólogos, consistió en la adoración del Verbo hecho carne, que Dios les propuso revelándoles el misterio de la Encarnación. Los ángeles malos rehusaron obedecer a Dios y cometieron un pecado de orgullo. Dios los castigó con la obcecación del espíritu, la obstinación de la voluntad en el mal, la exclusión de la mansión de la gloria y el tormento del fuego.

De los Ángeles buenos.- Los ángeles buenos gozan de la dicha eterna, y su vida es un perpetuo cántico de adoración, alabanza y acción de gracias. Forman entre sí una sociedad perfecta en la que reina la más perfecta subordinación. El número de ellos no ha sido revelado, pero es grandísimo. Según San Dionisio Areopagita, se dividen los ángeles en tres jerarquías: la jerarquía suprema, que comprende los coros de los Serafines, Querubines y Tronos; la jerarquía media, que comprende los coros de las Dominaciones, Virtudes, y Potestades; y la jerarquía íntima, que comprende los coros de los Principados, Arcángeles y Ángeles. Los ángeles conocidos son San Miguel, San Gabriel, y San Rafael. El ángel custodio es el que cuida de nosotros. Su existencia se prueba por la Sagrada Escritura, por las enseñanzas de la Iglesia y por la Tradición cristiana. Los ángeles custodios alejan de nosotros los peligros que nos amenazan, impiden a los demonios que nos dañen, nos sugieren santos pensamientos, ofrecen a Dios nuestras oraciones y consuelan en el Purgatorio a las almas que les han sido confiadas. Debemos a los ángeles custodios respeto, agradecimiento y confianza.
De los Ángeles malos.- Se cree que Lucifer arrastró en su rebelión la tercera parte de los ángeles creados. Los demonios blasfeman contra Dios, y procuran arrebatarle la adoración de las criaturas; odian a los ángeles fieles, y se desprecian y detestan entre sí. Para hacernos cometer el mal, el demonio nos tienta de mil maneras; pero con la gracia de Dios podemos vencerlo, por medio de la vigilancia, oración y mortificación. El demonio puede dañar exteriormente al cuerpo por medio de la obsesión, e instalarse en él por medio de la posesión. Dios permite las maquinaciones de los demonios para probar a los justos, castigar a los malos y atormentar a los mismos demonios.